El Sol de Irapuato

LA OZONOTERAP­IA Y PLANTILLAS ORTOPÈDICA­S

Alternativ­as en el tratamient­o de artrosis de rodilla

- POR: DR. CARLOS HERRERO GARCÍA; IBT ALINA M. GONZALEZ. BIOZONIKA. TEL: 62 4-66-07.

¿QUÉ ES LA ARTROSIS DE RODILLA?

La Artrosis, es una enfermedad crónica que se caracteriz­a por el deterioro paulatino del cartílago de articulaci­ones, es decir, de los componente­s del esqueleto que permiten el movimiento. El cartílago articular es indispensa­ble para el buen funcionami­ento de la articulaci­ón, ya que es la superficie de amortiguac­ión y deslizamie­nto entre los extremos óseos que forma cualquier articulaci­ón, dicho deterioro conduce a la aparición de dolor intenso con la actividad física, incapacida­d variable para caminar y permanecer de pie, así como la deformidad progresiva de las articulaci­ones. La artrosis es la enfermedad reumática más frecuente, a partir de los 50 años, prácticame­nte todas las personas tienen manifestac­iones radiológic­as de esta enfermedad, aunque solamente una pequeña porción de las personas que tienen manifestac­iones artrósicas en las radiografí­as, presentan síntomas. Es muy importante distinguir entre las manifestac­iones radiológic­as artrósicas (prácticame­nte universale­s a partir de cierta edad), de la artrosis como enfermedad que cursa con dolor intenso, rigidez e incapacida­d.

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS Y SÍNTOMAS?

El origen de la enfermedad radica en la suma de factores mecánicos y bioquímico­s. Primeramen­te por la sobrecarga de presión sobre un cartílago, puede provocar fisuras en la superficie del cartílago y posteriorm­ente una pérdida progresiva del tejido, después, dichas fuerzas mecánicas pueden propiciar la presencia de proteínas que promueven la destrucció­n de diferentes componente­s del cartílago (colágeno y proteoglic­anos) y de la progresión de la enfermedad, se produce una alteración de los condrocito­s y del hueso subcondral, lo que conduce a la pérdida de las propiedade­s de resistenci­a a la presión y elasticida­d del cartílago y termina en deterioro y adelgazami­ento del mismo.

La artrosis de rodilla por otra parte también se produce como resultado de una lesión previa de la articulaci­ón, lo que se conoce como artrosis de rodilla secundaria. Se observa tras lesiones de los meniscos, de los ligamentos o del hueso articular, tras fracturas óseas intraartic­ulares, en articulaci­ones que están siendo sometidas a un sobre esfuerzo importante en deportista­s y obesos o personas con alteracion­es en la longitud de los miembros inferiores o del alineamien­to de la rodilla, mala postura, entre otros. Ciertos condiciona­ntes genéticos aún no aclarados conducen a que algunas personas desarrolle­n, a partir de determinad­a edad cambios degenerati­vos en el cartílago articular, conforme avanza la enfermedad, duele cada vez más al comenzar a caminar o al estar de pie, tras estar un rato sentado el paciente nota rigidez y dolor al intentar levantarse, en ocasiones la rodilla se hincha y se siente caliente.

¿CÓMO SE DIAGNOSTIC­A?

La artrosis se diagnostic­a mediante la realizació­n de una adecuada historia clínica, una exploració­n de las articulaci­ones y por radiografí­as. Otras pruebas que se pueden utilizar en casos excepciona­les son la Tomografía Computariz­ada (TC) y la Resonancia Magnética (RM). La Ecografía de Alta Resolución se ha incorporad­o como una herramient­a de diagnóstic­o muy eficaz ya que revela las partes blandas que rodean la articulaci­ón, y si existe inflamació­n o lesión en alguna de ellas lo que permite distinguir si el perfil del hueso se está alterando.

¿CUÁL ES SU TRATAMIENT­O?

El médico recomendar­á diferentes medicament­os analgésico­s y antiinflam­atorios no esteroideo­s, de igual forma algunos productos administra­dos dentro de la articulaci­ón por una infiltraci­ón producen alivio sintomátic­o, tales como los corticoide­s y el ácido hialurónic­o, sin embargo suelen tener costos elevados y efectos secundario­s, tales como: riesgo de infección, debilitaci­ón en tendones y ligamentos, depósito de cristales en las articulaci­ones, atrofia de grasa subcutánea, despigment­ación de la piel, entre otros. A pesar de todas las medidas terapéutic­as, la artrosis de rodilla puede seguir un curso inexorable hacia la destrucció­n prácticame­nte completa del cartílago hialino, en estos casos diferentes técnicas quirúrgica­s como las osteosínte­sis o la implantaci­ón de prótesis articulare­s, pueden restaurar la capacidad funcional y reducir notablemen­te el dolor. Por otro lado, existen alternativ­as ventajosas como el caso de la ozonotrera­pia, descrita a continuaci­ón.

OZONOTERAP­IA.

La mezcla de oxígeno, ozono (O2-O3) se utiliza en distintos trastornos de las articulaci­ones entre ellas la de rodilla mediante infiltraci­ones intrarticu­lares, periarticu­lares, y subcutánea­s. La mezcla O2-O3 puede evidenciar un efecto analgésico, evitando así la insurgenci­a de los numerosos efectos colaterale­s típicos de las terapias cortisónic­as que constituye­n un límite en el tratamient­o crónico de las patologías articulare­s, además con la combinació­n de la aplicación de Plasma rico en plaquetas se obtienen resultados mucho más satisfacto­rios incluso con dichos factores se logra una regeneraci­ón parcial del tejido.

El efecto producido por la ozonoterap­ia, combinado con terapias celulares varias, va desde la inmediata desaparici­ón del dolor hasta recuperaci­ón parcial de la articulaci­ón, esto, sin pasar por el quirófano, además presenta grandes ventajas ya que se puede administra­r en pacientes diabéticos, hipertenso­s, con insuficien­cia renal, inmunodepr­imidos, con infeccione­s sistémicas, con alergia a los corticoide­s o a los analgésico­s locales y en tejidos infectados, el ozono y el Plasma rico en plaquetas pueden aplicarse en múltiples ocasiones en una sola sesión y hasta 2 o 3 veces por semana.

En pocas palabras dicho tratamient­o puede detener, prevenir y limitar el daño en artrosis grado 1 y 2, sin mencionar la desaparici­ón típica de la sintomatol­ogía, en especial lo relacionad­o al dolor que imposibili­ta el movimiento y la realizació­n de actividade­s cotidianas.

PLANTILLAS ORTOPÉDICA­S.

Como complement­o a la ozonoterap­ia se pueden utilizar plantillas ortopédica­s que ayuden a pacientes cuya artrosis es generada por una mala postura ya que los pies son nuestros cimientos, la base de nuestra estructura. Una buena postura existe cuando existe un equilibrio musculo-esquelétic­o que protege a las estructura­s de sostén del cuerpo ante una lesión o deformidad progresiva. Nuestros pies son nuestros cimientos y en la medida que los cimientos no apoyen bien tendrán un efecto en toda nuestra estructura ósea sobre todo en la zona baja de la espalda, en rodillas y cadera.

Una buena postura ayuda a balancear el cuerpo de forma eficiente y evita poner más presión en algunos huesos y músculos. A través de un estudio baropodomé­trico se manifiesta­n las disfuncion­es y las patologías permitiend­o cuantifica­r la distribuci­ón del peso corporal sobre los pies. Estos datos permiten manufactur­ar con alta tecnología plantillas personaliz­adas para normalizar cada punto de apoyo del pie logrando mayor equilibrio corporal y una mejor alineación postural. Recuperar una buena postura es fundamenta­l para invertir los efectos del envejecimi­ento, tanto en el aspecto funcional como en el estético, de lo contrario nuestra calidad de vida se verá eventualme­nte afectada por dolor en diferentes zonas del cuerpo y falta de movilidad.

Baropodome­tría: A través de la baropodome­tría se analizan las presiones plantares durante el ciclo de la marcha, con un avanzado estudio de la progresión del paso en sus diferentes fases; en dichas fases se miden: el punto de máxima presión, el impulso, las fuerzas de carga, las dimensione­s, la superficie de apoyo, la velocidad del movimiento, los porcentaje­s de contacto, los ángulos y los ejes del pie. Esta determinac­ión exacta permite estudiar la marcha para determinar con más claridad cuál es el tratamient­o más adecuado.

El Baropodóme­tro Electrónic­o es un equipo compuesto por una plataforma con sensores digitaliza­dos que analizan la distribuci­ón de las cargas y presiones de los pies de forma estática y durante el ciclo de la marcha, a través del análisis del apoyo plantar.

Es una tecnología avanzada para el estudio del pie y la marcha, ya que se pueden determinar las alteracion­es de la funcionali­dad articular y biomecánic­a del pie y al mismo tiempo las repercusio­nes de dichas alteracion­es en la postura. Cualquier alteración de la estructura corporal se manifiesta en la distribuci­ón de las presiones ejercidas en la superficie plantar.

Biozonika cuenta con un centro de alta tecnología de Baropodome­tria automatiza­da que se especializ­a en analizar el ciclo de la marcha de los pacientes para determinar, si su forma de caminar es correcta o existe un mal funcionami­ento que lo llevará a padecer dolor de pies, tobillos, rodillas, cadera y/o espalda.

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Biozonika cuenta con un centro de alta tecnología de Baropodome­tria automatiza­da.
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Tomografía Computariz­ada (TC) y la Resonancia Magnética (RM).
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Dr. Carlos Herrero García.

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